Gracias al valor medicinal de sus hojas y semillas, el árbol del Neem es muy popular en la India, su país de origen. Sus productos derivados poseen innumerables propiedades medicinales, por esta razón el Neem también es llamado "el árbol de los milagros" o "la farmacia del pueblo". En la actualidad muchas empresas, luchan por patentar derivados de este milenario arbol, en un claro ejemplo de “Biopirateria”.
El Neem es utilizado en Asia, desde hace miles de años. Los primeros escritos que nos indicaban que el Neem se usaba como medicamento databan de más de 4.500 años de antigüedad aproximadamente. Libros de medicina natural hindú, como el "Caraka Samhita" o el "Susruta Samhita", mencionan el Neem en muchísimas ocasiones como apto para tratar una gama muy amplia de enfermedades.
Este valioso árbol, es utilizado en su totalidad. Se lo usa medicinalmente para tratar enfermedades cutáneas, fiebre e infecciones. Su flor, de aroma muy agradable es utilizada por las abejas para producir una miel de inmejorable calidad, su madera se usa para la fabricación de muebles, como combustible y para la construcción de viviendas y su extracto es utilizado en el control de plagas y como insecticida.
Biopirateria
Los productos que se hacen a partir de derivados del Neem son comercialmente importantes. Por esta razón muchas empresas han tratado de registrar en sus patentes derivados de este árbol, este hecho es comúnmente llamado “Biopirateria".
La biopiratería se pude definir como una práctica mediante la cual investigadores o empresas utilizan ilegalmente la biodiversidad de países en desarrollo y los conocimientos colectivos de pueblos indígenas o campesinos para realizar productos y servicios que se explotan comercial y/o industrialmente sin la autorización de sus “creadores originales”.
En 1994, una empresa estadounidense y el Departamento de Agricultura de los EE.UU. obtuvieron la concesión conjunta de una patente para un fungicida hecho a base de aceite de Neem. Esta decisión trajo considerable oposición de muchas ONGs y de organizaciones medioambientales que se oponen a la biopiratería. Se redactó una petición contra esta patente, que sostuvo:
* Los recursos biológicos son una herencia común y no deben ser patentados * Una patente impediría a las comunidades locales (que han usado el producto durante siglos) continuar usando el Neem * La patente podría bloquear el desarrollo económico en países en vías de desarrollo.
La Oficina Europea de Patentes estuvo de acuerdo en retirar la patente en mayo de 2000, confirmando que "nada se ha inventado, y que el conocimiento y el uso de Neem habían sido generalizado en la India y otros lugares durante muchas décadas". El apoyo de la India fue vital para rescindir la patente.
Lo que está en juego son los derechos de la gente en los países pobres, particularmente los usuarios tradicionales de productos de plantas y de animales autóctonos, para continuar usando esos materiales.
Qué puede hacerse en contra de la Biopirateria
A nivel de la comunidad, el documentar el conocimiento tradicional de productos de las plantas tiene muchos beneficios. Esto puede incluir la protección de los usuarios tradicionales contra las demandas falsas sobre los llamados ‘nuevos’ productos, procesos y usos.
En segundo lugar, se necesita redactar nuevas leyes para proporcionar una protección adecuada en el uso de los recursos tradicionales por parte de la gente de pocos recursos. Hay organizaciones internacionales que están trabajando en este sentido, tales como la Organización Mundial de Propiedad Intelectual de la ONU.
La biodiversidad es una cuestión de vida o muerte para las plantas y animales. La biopiratería puede o no dañar la diversidad biológica, pero ciertamente dañará las posibilidades de compartir en forma justa y equitativa los beneficios de usar los productos naturales. En ciertos casos, la biopiratería pueden significar vida o muerte para las comunidades locales.
Fuente: TILZ/ La Reserva.Com