¿Es seguro el Neem?

La primera evidencia de la seguridad del Neem, es su extenso uso en la India, por lo menos en los últimos cuatro mil años, por seres humanos y animales.

Las hojas son comidas por los animales como forraje, mientras que la fruta es engullida por aves y humanos (Ketkar,1976).

Las semillas, frutas y hojas son ocasionalmente utilizadas como un condimento amargo en algunas de las comidas picantes de la India. Mahatma Gandhi regularmente comío chutney con hojas de Neem para la salud general (TGSP).

Después de las comidas mucha gente come una o dos semillas de frutas de Neem para ayudar a la digestión y mata bacterias en la boca.

Los productos de Neem han tocado la vida diaria de casi todos los Indues desde periodos históricos hasta nuestros días. Las hojas de Neem son añadidas a granos y frijoles para auyentar a los insectos que los devoran durante su almacenaje. Los países occidentales utilizan pesticidas sintéticos para proteger cosechas almacenadas.

En Estados Unidos, el aceite de Neem ha sido utilizado para enfermedades así como el aceite de castor fue utilizado por las madres. Se daba una cucharadita a los niños para casi cualquier complemento. (El Neem sabe mucho peor que el aceite de castor, así que los niños en la India tienen que estar realmente enfermos antes de ingerirlo).

A pesar de que los estudios actuales muestran que ésta no sería una práctica segura para los infantes, el aceite de Neem sigue dándose rutinariamente por las madres para combatir enfermedades.

Un baño caliente con hojas de Neem es una práctica rutinaria en la India. Cuando existan condiciones en la piel, desde reacciones alérgicas hasta severas enfermedades de la piel, un baño con Neem es una práctica general.

No han existido reportes de problemas aplicando hojas o aceite de Neem en la piel. De hecho, cuando es aplicado en la piel parece que cura cualquier problema dermatológico.

La seguridad del Neem aplicado fuera del cuerpo no ha tenido interrogantes. Para cualquier alergia o enfermedad de la piel, el Neem es considerado la cura más reciente.