Thelma Gómez Durán
El Universal
Domingo 08 de febrero de 2009
Chagas es una enfermedad incurable, pero que detectada a tiempo puede ser combatida con fármacos; sin embargo, por nulas políticas públicas para controlarla, el mal se ha extendido a 8 millones de mexicanos.
El parásito se adquiere por chinches —a lo que se atribuye 80% de los contagios—, transfusión de sangre o de madre a hijo durante el embarazo. Daña principalmente el corazón y pueden pasar 20 años sin que el portador lo note; cuando se entera, es demasiado tarde; los daños son irreversibles.
Las chinches que la transmiten habitan desde el norte de México hasta el sur de Argentina y Chile. Desde 1940 se reportaron los primeros enfermos, pero las autoridades de salud lo han ignorado.
Se creía que las chinches transmisoras sólo habitaban ciertas partes del país, pero estudios recientes demuestran que las hay en casi todo México. La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que la migración la ha “convertido en una infección urbana que puede transmitirse por transfusión de sangre”.
De acuerdo con el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea, sólo 113 de los 558 bancos de sangre del país realizan la prueba a 64% de los donadores para descartar Chagas. Así, se calcula que entre 0.4% y 2.8% de los donadores están infectados.
Según especialistas, en México no hay campañas sanitarias que informen sobre el daño que causa la chinche, lo que ha magnificado el problema: han descubierto otra dimensión al Chagas, aunque pueden pasar entre 20 y 30 años para desarrollarlo, resulta que hay niños con daños cardiacos graves dos años después de haber sido picados por la chinche.
“Estamos viendo las consecuencias de no tener una campaña nacional contra el Chagas. Tenemos niños de seis años con alteraciones en su corazón. ¿Qué futuro le puede esperar a un niño con un problema así?”, cuestiona María Salazar, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La falta de acceso a los medicamentos, el otro pesar. Sólo existen dos y ninguno puede adquirirse en farmacias porque no se distribuyen a nivel comercial. México consiguió donaciones mediante la OMS, pero la última quedó varada en la aduana, por trámites.
El Universal
Domingo 08 de febrero de 2009
Chagas es una enfermedad incurable, pero que detectada a tiempo puede ser combatida con fármacos; sin embargo, por nulas políticas públicas para controlarla, el mal se ha extendido a 8 millones de mexicanos.
El parásito se adquiere por chinches —a lo que se atribuye 80% de los contagios—, transfusión de sangre o de madre a hijo durante el embarazo. Daña principalmente el corazón y pueden pasar 20 años sin que el portador lo note; cuando se entera, es demasiado tarde; los daños son irreversibles.
Las chinches que la transmiten habitan desde el norte de México hasta el sur de Argentina y Chile. Desde 1940 se reportaron los primeros enfermos, pero las autoridades de salud lo han ignorado.
Se creía que las chinches transmisoras sólo habitaban ciertas partes del país, pero estudios recientes demuestran que las hay en casi todo México. La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que la migración la ha “convertido en una infección urbana que puede transmitirse por transfusión de sangre”.
De acuerdo con el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea, sólo 113 de los 558 bancos de sangre del país realizan la prueba a 64% de los donadores para descartar Chagas. Así, se calcula que entre 0.4% y 2.8% de los donadores están infectados.
Según especialistas, en México no hay campañas sanitarias que informen sobre el daño que causa la chinche, lo que ha magnificado el problema: han descubierto otra dimensión al Chagas, aunque pueden pasar entre 20 y 30 años para desarrollarlo, resulta que hay niños con daños cardiacos graves dos años después de haber sido picados por la chinche.
“Estamos viendo las consecuencias de no tener una campaña nacional contra el Chagas. Tenemos niños de seis años con alteraciones en su corazón. ¿Qué futuro le puede esperar a un niño con un problema así?”, cuestiona María Salazar, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La falta de acceso a los medicamentos, el otro pesar. Sólo existen dos y ninguno puede adquirirse en farmacias porque no se distribuyen a nivel comercial. México consiguió donaciones mediante la OMS, pero la última quedó varada en la aduana, por trámites.
Nota del Blog:
* Aún persiste la ignorancia sobre los beneficios de Neem ante esta enfermedad. El Neem, 100% efectivo, y al alcance de todos; ojalá que las autoridades de Salud en México, tomaran en cuenta a la Medicina Alternativa y se evitaría la pérdida de vidas humanas.