Hemorroides?

hemorroides
Conocidas también como almorranas, son un grupo de venas inflamadas que rodean, en forma de "cojines", a las paredes externas de la última parte del intestino grueso, la cual es conocida como ano o recto; este problema se presenta cuando en dichos conductos se obstruye el flujo de sangre.

Las venas rectales manifiestan cambios cuando se hacen esfuerzos o si aumenta la presión intrabdominal (dentro del abdomen), lo que sucede cuando se tiene obesidad o durante el embarazo. Esto ocasiona que las paredes del recto pierdan su elasticidad y se inflamen, por lo que ya no pueden regresar a su dimensión normal, lo que a su vez genera deficiente irrigación sanguínea.

Hemorroides Internas

Se producen dentro del recto, no se ven a simple vista y no causan dolor, pero las evacuaciones llegan a estar acompañadas de sangre.

Hemorroides Externas

Se ubican hacia el exterior y aparecen en forma de pequeños bultos enrojecidos en ano o debajo de él y, a diferencia de las internas, causan dolor, comezón, ardor y sangrado.

Causas

• Dieta pobre en fibra (contenida en frutas y verduras con cáscara, pan integral, avena, germinados y salvado de trigo).

• Consumo excesivo de comidas irritantes y alcohol.

• Administración frecuente de laxantes muy agresivos.

• Vida sedentaria, pues no moverse ocasiona que los intestinos no trabajen correctamente.

• Estreñimiento, debido a que genera que durante las evacuaciones se haga esfuerzo de pujo.

• Diarrea

• Infecciones anales.

• Aumento de la presión intrabdominal debido a embarazo y obesidad.

• Cargar mucho peso.

• Trastornos circulatorios.

• Factores hereditarios.

• Práctica de ciertos deportes, por ejemplo, ciclismo o equitación.

• Ocupacional. Estar de pie o sentado durante mucho tiempo seguido, ejemplos: conserjes, botones, ejecutivos, choferes.

• Embarazo: especialmente en las últimas semanas

• Obesidad. Por aumento de la presión abdominal sobre el piso pélvico.

Síntomas

• Ardor, dolor, comezón, irritación e inflamación rectal.

• Sangrado.

• Molestias al sentarse.

• Dificultad para evacuar.

• En ocasiones se secreta moco.

• Protuberancias que salen por el recto, las cuales son de tamaño variable y de color rojo azulado.

• Manchas de sangre en ropa interior.

• Cuando las hemorroides son internas, la materia fecal desalojada contiene sangre.

Diagnóstico

• Toda vez que se presente hemorragia rectal o que en la materia fecal se encuentre sangre, aunque ello ocurra solo durante un par de días, se requiere minuciosa evaluación por parte del proctólogo (especialista en enfermedades y trastornos rectales), ya que este síntoma no sólo es de hemorroides, sino de otras enfermedades intestinales, por ejemplo, cáncer colorrectal (aquel que daña colón y ano).

Prevención

• Incrementar el consumo de fibra, principalmente durante el embarazo, ya que ésta tiene la propiedad de ablandar la materia fecal.

• Beber de 2 a 3 litros de agua al día.

• Moderar el consumo de alimentos y sustancias irritantes, como, chile, especias, ajo, perejil, cebolla, mostaza, vinagre, quesos fuertes, grasas, alcohol, café y frutas no maduras o ácidas (naranja, limón, mandarina, toronja y piña).

• Evitar esfuerzos excesivos durante las evacuaciones, además, no es recomendable permanecer sentado por periodos prolongados en el inodoro ni reprimir el deseo de defecar. Puede recurrirse a laxantes suaves de venta libre, de los cuales no hay que abusar.

• Disminuir el exceso de peso, para ello es necesario seguir dieta que incluya carnes magras (sin grasa), gran cantidad de frutas, verduras y fibra. Lo anterior puede apoyarse con ejercicio y productos bajos en grasas.

• En caso que la actividad profesional exija estar muchas horas sentado, es recomendable levantarse y caminar algunos minutos después de cada hora.

• Practicar ejercicio al menos tres veces a la semana durante media hora, pues además de mejorar la circulación sanguínea y fortalecer el cuerpo, beneficia el funcionamiento digestivo.

• Nunca usar fajas ni ropa demasiado ajustada porque presionan al abdomen.

Tratamiento

• Mantener buena higiene en ano y evitar rascar o frotar las hemorroides para prevenir infecciones.

• Pueden administrarse laxantes suaves para limpiar los intestinos y facilitar las evacuaciones, pero no hay que ingerirlos indiscriminadamente.

• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y comidas muy condimentadas o con picante.

• Reducir los tiempos al defecar, evitar esfuerzos y utilizar papel higiénico suave.

• Puede recurrirse a pomadas indicadas para aliviar los síntomas, lo cual puede complementarse con la aplicación de compresas tibias en la región anal.

• No es conveniente aplicar gasas frías o hielo ya que, si bien esta acción alivia el dolor temporalmente, el frío impide que se disuelva el trombo que causa las hemorroides.

• En caso de que las venas inflamadas salgan tras la defecación, es posible tratar de introducirlas suavemente con un dedo, pero si siempre están fuera y no pueden incorporarse a su lugar, habrá que procurar que no toquen la ropa interior para evitar roce (se sugiere cubrirlas con gasa o algodón).

• Las cremas corticosteroides de venta libre pueden ayudar a disminuir el dolor y la hinchazón. Las cremas para hemorroides que contienen lidocaína pueden reducir el dolor y el agua de hamamelis, aplicada con motas de algodón, alivia la picazón. Otras medidas que se pueden tomar para evitar la picazón anal son:

• Utilizar ropa interior de algodón

• Evitar el papel higiénico con perfumes o colorantes

• Evitar rascar las hemorroides

Los baños de asiento, en agua caliente durante 10 a 15 minutos, pueden ayudar a que la persona se sienta mejor. Asimismo, los reblandecedores de las heces ayudan a reducir el esfuerzo y el estreñimiento.

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